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11 de noviembre de 2022
#Noticia

¿Amas lo que haces? Esto está pasando con la búsqueda de significado y propósito laboral

Ansiar un trabajo que se traduzca en una experiencia significativa fue ganando terreno en los deseos personales mientras la sociedad se volvía, en general, más rica y satisfacía necesidades básicas, como alimentación y vivienda. No obstante, el dinero es lo más obvio que la gente quiere por lo que hace y los salarios más altos deben estar en el centro de cualquier esfuerzo para mejorar el trabajo.

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Por Desafío 10X

Hace siete años, cuando conceptos como "pandemia" o "Covid-19" eran imperceptibles en nuestras rutinas, el psicólogo estadounidense Barry Schwartz planteó una pregunta que abordó profundamente en un libro y, posteriormente, explicó con mayores detalles en una popular charla Ted: ¿Por qué trabajamos?

"¿Por qué trabajamos? Claro, debemos ganarnos la vida, pero para muchos esa no es la respuesta, hay quienes encuentran su trabajo como algo desafiante, estimulante, significativo y, con suerte, pudiera ser incluso importante […] ¿A qué se debe que la mayoría de la gente en el planeta haga un trabajo que carece de las características que nos hacen levantarnos cada mañana, salir de la cama e ir a la oficina? ¿Cómo permitimos que la gente tenga un trabajo monótono, sin sentido y desalentador?", señala Schwartz, enfatizando su crítica a "un capitalismo desarrollado que creó un modo de producción en que se eliminaron todas las satisfacciones inmateriales".

En varias ocasiones hemos apuntado que la irrupción del coronavirus nos hizo replantearnos muchas cosas en diferentes aspectos de nuestras vidas; probablemente, una parte importante de los cuestionamientos hacia cómo y por qué trabajamos originó el fenómeno que conocimos como La gran renuncia.

"Además de ser una catástrofe mundial, la pandemia ha sido un experimento filosófico a gran escala. Sacudió nuestras vidas y nos obligó a preguntarnos por qué viajamos, por qué vamos a la escuela, por qué nos tocamos […] Pero las preguntas planteadas por los despidos masivos, el trabajo remoto y los riesgos que corren los trabajadores de primera línea siguen sin resolverse: ¿De qué sirve el trabajo? ¿Cómo debe encajar en nuestras vidas?", resalta Jonathan Malesic en un reciente artículo publicado por el medio estadounidense Vox.

Con la nueva vida pospandemia a la vuelta de la esquina, es importante preguntarnos cómo retomar la senda de la búsqueda de sentido en el trabajo y qué hace falta para que amemos hacer lo que hacemos.

Trabajo, propósito e identidad

Para Aaron De Smet, socio principal de McKinsey, la idea de buscar significado a nuestra faceta laboral es relativamente nueva.

En una nota publicada por BBC Worklife, De Smet apuntó que la Revolución Industrial convirtió al trabajo en una tarea meramente transaccional. "Las personas trabajaban y recibían dinero para vivir, sin que se requiriera ni se esperara mayor propósito", detalló.

No obstante, a medida que las condiciones de trabajo y los salarios mejoraron, se convirtieron en elementos fundamentales y los trabajadores comenzaron a querer más.

En 2020, una encuesta realizada por McKinsey reveló que el 82 % de los empleados cree que es importante que su empresa tenga un propósito, ya que consideran que cuando una organización tiene un propósito, su gente también lo tiene.

Asimismo, hace algunos meses McKinsey también dio a conocer los resultados de una investigación que resalta que el 70% de los empleados dicen que su sentido personal de propósito está definido por su trabajo y, cuando dicho trabajo se siente significativo, "se desempeñan mejor, están mucho más comprometidos y tienen aproximadamente la mitad de probabilidades de buscar un nuevo objetivo laboral".

Por otro lado, a medida que los trabajos se transforman en un elemento fundamental de la identidad de las personas, lugares donde pasan una parte importante de su tiempo, el ambiente laboral se convierte en un sitio donde los colaboradores esperan obtener parte del significado de sus vidas.

Tal y como destaca la psicóloga Stephanie Bot en BBC Worklife, lo que hacemos, en muchos sentidos, define quiénes somos. "A medida que evolucionan los tipos de trabajos en los que estamos, las personas buscan un mayor sentido de sí mismas", aseveró.

Salario o propósito, ¿hay que elegir?

Ansiar un trabajo que se traduzca en una experiencia significativa fue ganando terreno en los deseos personales mientras la sociedad se volvía, en general, más rica.

La satisfacción de necesidades básicas, como alimentación y vivienda, fue cambiando la naturaleza de lo laboral y las personas empezaron a querer más de sus rutinas.

Es cierto, tal y como recalcamos en una nota que publicamos hace un par de semanas (en el marco de la celebración de nuestro tercer aniversario) estamos viviendo en la era del propósito. Sin embargo, el componente salarial siempre ha sido y será una constante en el desarrollo de una vida laboral.

Básicamente, si las personas no se sienten reconocidas justamente por lo que hacen, difícilmente encontrarán un significado a la labor que desempeñan, aunque la empresa explicite un propósito por el cual se mueve y existe.

Desde que surgió Desafío 10X hemos invitados a las empresas de todo el país, sin importar su tamaño o rubro, a comprometerse con sus trabajadores, reconociéndoles de manera justa el valor que crean.

Si tu compromiso y el de tu organización es reducir la brecha salarial interna (y que esta no sea de diez veces o más entre quien gana más y quien gana menos) o pagar un salario mínimo bruto que permita a tus colaboradores y sus familias estar por encima de la línea de la pobreza (22 UF, aproximadamente), seguramente estás contribuyendo a que cada persona que forma parte de tu empresa encuentre significado y valor a lo que hace de una manera más clara.

No podemos negar que entre propósito y salario hay un vínculo, pero hay quienes ven estos dos elementos como dos cosas aisladas, como si tuvieran que elegir entre uno u otro.

"En 2018, una encuesta de profesionales estadounidenses mostró que nueve de cada 10 trabajadores cambiarían un porcentaje de sus ganancias por un trabajo que sintieran más significativo. Este impulso por el significado es especialmente cierto en la generación más nueva que ingresa a la fuerza laboral; en una encuesta de trabajadores de la Generación Z del sitio de empleo Monster, el 70% de los encuestados calificó el propósito como más importante que el salario", señala el artículo de BBC Worklife.

Sin embargo, el ya mencionado Malesic en su nota para Vox recalca que "el dinero es lo más obvio que la gente quiere del trabajo".

"Los salarios más altos deben estar en el centro de cualquier esfuerzo para mejorar el trabajo, con algún tipo de ingreso básico como característica del mundo del postrabajo. Las personas, sin embargo, también trabajan en busca de bienes más abstractos, como significado o propósito", puntualizó.

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