56 de las 61 empresas participantes en el programa piloto de la organización "4 Day Week Global" quieren continuar con la reducción de las horas de trabajo y 18 de ellas han anunciado que mantendrán la política de cuatro días laborales de forma permanente.
Escepticismo, dudas y un poco de preocupación. A mediados del año pasado partió en Reino Unido el mayor experimento global enfocado en medir los efectos de una semana laboral de cuatro días.
El anuncio de este programa piloto, impulsado por la organización sin fines de lucro 4 Day Week Global y respaldado por académicos de las universidades de Cambridge y Boston, dividió al mundo del trabajo entre quienes apoyan y rechazan una reducción de la jornada laboral.
Fue así como 2.900 trabajadores, repartidos entre 61 empresas, empezaron a regirse por un modelo de trabajo conocido como 80-100-100: una reducción de las horas al 80 % de su semana laboral estándar, manteniendo el 100 % de salario y el 100 % de productividad.
La semana pasada se dieron a conocer los primeros resultados de este experimento y la evidencia obtenida sorprendió a propios y extraños, a tal punto que 56 de las 61 empresas participantes quieren continuar con esta reducción de las horas de trabajo y 18 de ellas han anunciado que mantendrán la política de forma permanente.
El punto central de la discusión generada por este tema está en la productividad. ¿Aumenta o disminuye con una jornada laboral más corta?
Según los resultados presentados por las partes involucradas en la investigación, la aplicación de una semana laboral de cuatro días generó un aumento del 22% en la productividad y los ingresos de las empresas subieron un 1,4%.
"Muchos empleados estaban muy interesados en encontrar ganancias de eficiencia por sí mismos. Las reuniones largas con demasiadas personas se acortaron o se abandonaron por completo. Los trabajadores estaban mucho menos inclinados a matar el tiempo y buscaban activamente tecnologías que mejoraran su productividad", apuntó Brendan Burchell, académico de Cambridge que dirigió la parte del estudio.
Asimismo, la rotación y la salida de trabajadores disminuyeron un 57% y las bajas por enfermedad cayeron un 65%.
Con las cifras en la mano y los resultados a la vista, muchos gerentes y líderes de las organizaciones que fueron parte de este experimento afirman que es inimaginable volver a una semana de trabajo de cinco días.
Quizás lo más revelador del estudio son los datos que tienen que ver con los beneficios que la jornada laboral de cuatro días generó a los trabajadores.
En ese sentido, las personas que fueron parte de esta investigación experimentaron mejoras en la administración de su tiempo, en su salud mental y física y en la sensación de satisfacción con su trabajo:
- Cuatro de cada diez trabajadores afirmaron que su nivel de estrés laboral disminuyó.
- 71% señaló que el agotamiento (burnout) cayó considerablemente en comparación con la semana laboral de cinco días.
- 60% de los empleados encontró más capacidad para combinar un trabajo remunerado con los cuidados familiares.
- 62% aseguró que su vida social y las relaciones personales mejoraron gracias a este cambio.
Además, durante la investigación se registró una baja del 20% en el uso de autos por parte de los trabajadores, por lo que esta política no solo trae beneficio para las personas y las empresas, sino también para el medioambiente.
"Nos sentimos muy alentados por los resultados, ya que mostraron las muchas formas en que las empresas estaban convirtiendo la semana de cuatro días de un sueño en una política realista, con múltiples beneficios", aseveró David Frayne, investigador asociado de la Universidad de Cambridge.
Las empresas que fueron parte de este estudio pertenecen a diferentes sectores y rubros de Reino Unido: desde bancos hasta restaurantes, pasando por establecimientos de salud, constructoras, retail, etc.
Cada una de ellas encontró su fórmula para aplicar y adaptarse a lo que la modalidad 80-100-100 les pedía: Reducir la semana laboral en un 20%.
"Algunas empresas dejaron de trabajar por completo durante un fin de semana de tres días, mientras que otras escalonaron una fuerza laboral reducida durante una semana. Por ejemplo, un restaurante calculó su semana de 32 horas durante todo un año para tener horarios de apertura más largos en verano, pero mucho más cortos en invierno", detalla una nota de la Cadena Ser.
Con los datos sobre la mesa, los investigadores responsables de este trabajo presentaron los resultados ante el Parlamento británico y esperan que a corto o mediano plazo se discuta una legislación sobre la reducción de la jornada laboral.
Este trabajo, el más grande que se ha hecho sobre la semana laboral de cuatro días, sin duda tendrá réplicas en otros lugares y ya hemos visto que hay países que están probando fórmulas para disminuir los horarios.
En Chile lo hemos vivido con la certificación del Sello 40 Horas, un reconocimiento público, de carácter promocional, que otorga gratuitamente el Ministerio del Trabajo y Previsión Social a las empresas que implementen una jornada laboral ordinaria de 40 o menos horas semanales.
En España, el Ministerio de Industria publicó a finales de enero la apertura del concurso para que pymes del sector industrial -y consultoras especializadas en dicha actividad- se postulasen para percibir ayudas de hasta 200.000 euros si se comprometen a implementar la semana laboral de cuatro días durante el plazo de dos años. Las empresas deberán tener una antigüedad mínima de tres años, menos de 250 trabajadores y hasta 50 millones de volumen de negocio, según el periódico ABC.
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